Todos hemos sido testigos que como ha enviado a los trabajadores de su ayuntamiento a propiedades privadas a arrancar placas, de cómo pretende implantar brigadas populares cual si de las Checas guerracivilistas se tratase... así que no es de sorprender que en alguna presunta recaída senil nos sorprenda cada semana con una o varias de sus ocurrencias.
La carmenada de hoy trata de la publicación por parte de su equipo de gobierno de una guía en la que insta a los periodistas cómo deben escribir y que palabras tiene que utilizar (a esta señora juez la libertad de prensa se le debió quedar olvidada en el cajón de los Tena Lady)
En dicha guía podemos encontrar maravillas como que la prostitución es controlada por los hombres, comprada por hombres y mantenida a través de la violencia; si, así, como dogma de fe y sin entrar en ningún tipo de análisis estructural de un campo tan amplio, dejando de atender, por ejemplo, al papel activo que tiene la mujer en el desarrollo de su propia vida. Y si, decimos mujer porque, en este aspecto, discrimina y menosprecia los posibles aspectos negativos de la prostitución masculina, diluyendo (con estas mismas palabras) el estigma homosexual de la misma.
Demos gracias al cielo de que según las propias palabras de la alcaldesa de la Villa "esta guía servirá para conocer el fenómeno". ¿Para conocerlo o para adoctrinar nuestro conocimiento acerca de él?
Aparte de un análisis tan concienzudo del espectro de la prostitución, como hemos mencionado, se toma la libertad de instar a los periodistas a dejar de usar determinadas palabras, expresiones... y modificarlas por las que ella, en su amable papel de evangelista del nuevo dogma, cree que se tienen que usar; no olvidemos que es juez y ella decreta, ordena y da fe.
No es mi intención hacer un análisis exhaustivo de su diccionario progresista de la nueva lengua, pero entre estas "recomendaciones" podemos encontrar la de tener que usar, por ejemplo: "mujer víctima de explotación sexual" en lugar de "puta" o "prostituta" (si señores, esta vez aquí no hay lenguaje inclusivo que valga, y no aparecen "puta-puto", "puta/o", "putes", "put@s", "putxs"... o demás insultos a la lengua española); pero paralelamente dejar de usar "cliente" para tener que utilizar en su lugar "putero"...... ¿¿¿¿¿?????
¿Si reconocemos al putero... será porque hay una puta, no? espera... espera, que creo que semejante paradoja me está inflamando la cabeza.
Por supuesto, dicho informe del ayuntamiento ha sido elaborado por la consultora Red2Red, cuyo CEO es José Moisés Martín... ahí lo dejo.
¡¡ Descárgate la guía y disfruta de nuevas e impactantes sensaciones!! :
http://www.madrid.es/UnidadesDescentralizadas/IgualdadDeOportunidades/EspInformativos/IgualdadMujeresHombres/Contraviolenciasmachistas/ficheros/Gu%C3%ADa_actualizada_Septiembre2016OK.pdf
